martes, 23 de abril de 2013

Radio Colonia


Favea uno, favea dos. Twittea. Lee, lee, lee. Saca ojos de pantalla. Mira cartel. Lo mira rápido –abreviado- como escribe.
Se sube al gusano metálico en la creencia de que cuando el cartel dice Mitre es Mitre. Pero a veces el cartel dice Mitre y es Suárez, otro ramal que comparte, en parte, la vía: http://www.gusanosmetalicos.blogspot.com.ar/2009/10/mitre-o-suarez.html . Ese mismo cartel que a veces dice que faltan 3 minutos para que llegue el próximo tren y, sin embargo, pasan 7 conjuntos de sesenta segundos hasta que el número 3 se transforma en 2.
El cartel es parte de la cosmética. Un maquillaje carísimo para una anciana que está por colapsar. El cartel es también promesa, ilusión, dicen que la anciana rejuvenecerá (quien sabe, solo le den un DNI de pendeja, total tienen la fábrica).
El ojo sigue leyendo y, a la vez, mira lateralmente. Pasa un barrio conocido, pasa otro que no dice nada, hay algo de alarma, el tren no era Mitre, era Suárez, hay que bajar.
La sensación es rara. Es la de un freno sobre la cabeza. El vértigo interior contrasta con la sueñera tibieza del sol, con la pereza de un chango con verduritas arrastrado sobre adoquines, con un taxi que no se apura en frenar y que escucha radio Colonia.
Un rapto de extraña alegría invade al protagonista, piensa en dejar todo hoy, comer algo por aquí. En ese momento, entra un mensaje urgente... y de vuelta a la frenética rutina.