viernes, 8 de agosto de 2014

El revolucionario

Todos marchan al after office. Salvo ellos dos.
La oficina queda en silencio, causando extrañeza en ella que rara vez se va tarde. En él, que es nuevo, la extrañeza obedece a todo. Es ella la que inicia la conversación:
-         ¿Revolucionario?
-         ¿Eh?
-         Sí, me das revolucionario. Quiza porque no te fuiste con los demás, marchando como soldaditos del capitalismo en busca de diversión políticamente correcta.
-         ¿Te parece de revolucionario llegar a horario a la oficina, con camisa planchada y aceptando todas las normas de convivencia establecidas? Podría ser gay y no tener ganas de tener que rechazar a alguna chica…
-         Sos gay?
-         No.
-         Entonces sos revolucionario…
-         Y dale con eso.
-         Fijate lo rápido que negaste ser gay, y en cambio seguís sin negar que sos revolucionario.
-         “Soldaditos del capitalismo”, “revolucionario”, ¿qué te pasa, atrasas un par de décadas? ¿Y vos por qué no vas? ¿Acaso tenés un pasado alcohólico o cocainómano, en el que te acostabas con tipos por dinero, y en tu rehabilitación te prohibieron ir de bares?
-         (impostado gesto de ofensa) ¿por qué decís algo así?
-         No te ofendas, era en joda… Ya que querés saber, la respuesta es: no. No soy revolucionario, vivo lejos y si me quedo pierdo el último tren. Además vivo solo y el perro me espera para salir. Si llego tarde no me espera más y encuentro la casa meada.Y fundamentalmente, la única persona que me interesa de esta oficina tampoco fue.

silencio

-         Me encantan los perros y viajar en tren, ¿te puedo acompañar?
-         Me equivoqué, te gusta avanzar, bien de las chicas de esta década. No atrasás nada. Mientras no me cobres…
-         ¿qué decís? (ya sin gesto de ofensa)
-         como no lo negaste…

4 comentarios:

  1. Año de regresos de blog ¡bien ahí!
    Me gustó che, ese clima que se va generando el diálogo y el aparente conocimiento que es absoluto desconocimiento.
    Me parecen cualquiera los "after office" jeje y concuerdo totalmente con lo de soldaditos del capitalismo.

    Saludos y a seguir publicando

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  2. ¿y qué pasò después? ¿salieron?
    son los onceyseis del dosmilcatorce

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  3. Nunca trabajé en oficinas y desconozco el mundo de los after office, pero ese tipo de diálogo de dos personas que se atraen es universal. ¿Hay parte 2? ¿La invitó a viajar en tren tal vez?, digo, para presentarle a su perro.

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  4. hay algo en el ambiente que nos está llevando a re-inaugurar sitios... bien ahí!!
    en cuanto al texto, da para una segunda parte.
    Re-da.

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