S A L: Primero que nada... ya era hora! demasiadas semanas sin sus relatos empezaban a preocuparme. Segundo, el relato está fantástico, jugoso, liviano, sabroso, y no me estoy confundiendo con la tapa de asado que debe haber dorado a las brasas. Tus letras cada vez suenan más armónicas -si se permite-. Tercero y último: los franchutes sabrán apreciar debidamente sus cuentos ferroviarios. Hace mucho no me lo cruce por los infames pasillos... para cuándo el compilado en papel?
el vino caro, es un problema de los que pueden apreciar los matices, las diferencias. Yo creo que no estoy capacitado para ello. Un índice al blog? No, deje, a ver si alguien logra encontrar algo...
S A L: Primero que nada... ya era hora! demasiadas semanas sin sus relatos empezaban a preocuparme.
ResponderEliminarSegundo, el relato está fantástico, jugoso, liviano, sabroso, y no me estoy confundiendo con la tapa de asado que debe haber dorado a las brasas. Tus letras cada vez suenan más armónicas -si se permite-.
Tercero y último: los franchutes sabrán apreciar debidamente sus cuentos ferroviarios.
Hace mucho no me lo cruce por los infames pasillos... para cuándo el compilado en papel?
gracias Agustín! Es cierto, hace mucho que no nos cruzamos, ojalá sea pronto. Ya veremos cuando estas historias manden "cruel en el papel". Un abrazo.
EliminarLas bromas que nos juega el inconsciente siempre tienen su correlato en la realidad. A mi me preocupa el vino tan caro...
ResponderEliminar(Póngale un índice al blog, dele)
el vino caro, es un problema de los que pueden apreciar los matices, las diferencias. Yo creo que no estoy capacitado para ello. Un índice al blog? No, deje, a ver si alguien logra encontrar algo...
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