Rosa viejo,
rosa claro,
rosa intenso,
brillante rosa
tanta rosa que al final…
... roza el tren
la motoneta,
la motoneta,
y en el aire la silueta
se remonta perezosa.
Sirven café en el velorio
y té de rosa mosqueta,
su madre no disimula
la rosácea de la jeta.
La situación es pasmosa,
y me deja anonadado:
su labio fue maquillado
con un furibundo rosa
Al fin queda tendido
el cuerpo bajo la tierra,
y una rosa lo celebra
nutriéndose del podrido.
TREMENDO !!!
ResponderEliminarMuy bueno SAL, no sé de donde sacó semejante inspiración necrológica, pero queda para la historia.
Gracias Opin, tampoco lo se, espero que no sea por nada cercano -y yo que soy un tipo racional y nada cabulero lo digo tocándome el huevo izquierdo, vio-
EliminarDebo confesarle que esperaba ver incluído en el juego de palabras, una mención al tradicional roce del transporte público. Pero ya se le iba mucho de las manos!
ResponderEliminarUn saludo grande SAL
Elisma.
"tradicional roce del transporte público", tema que merece una entrada independiente! Saludo, amigo.
EliminarGrandioso!
ResponderEliminarGracias Bovino, que bueno verlo por acá. Abrazo.
EliminarBuenísimo! pero más que en la gama del rojo muy negro diría yo.
ResponderEliminarMuy cierto, o quizá sea un gris oscuro, como este mismo instante en el que miro por la ventana y la lluvia tapa todo.
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