miércoles, 23 de febrero de 2011
otros sueños
Con los años dormir se fue haciendo mas difícil. El alcohol ayuda, claro, pero no evita que en mitad de la noche el cerebro se desboque y expulse imágenes indeseables. Una vía muerta, una estación desierta, un choque de trenes, un arma, un disparo. El sobresalto es seguido de un meo en baño de 4 mil dólares el metro cuadrado, que no hace olvidar el baño de piso de tierra de la infancia. Ayer no hubo vuelta a la cama. Sonó el timbre. Alguien le había soltado la mano.
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ge-nial!
ResponderEliminarCortito, potente, revelador.
No había pensado que de algún modo, el compañero Pedraza volvió a mear en baños de piso de portland
(oiga diga... usted compra barato en Puerto Madero!!! No baja de siete mil el metro!!!!)
ay, papito, qué miedo...me gusta mucho la cosa imprecisa y angustiante
ResponderEliminarParezco de otro planeta. No lo había agarrado y esperé que alguien comentara para no quedar como un salame ;) Como ahora.
ResponderEliminarAgustín tiene razón, según datos recientes hasta 8.000 U$A el metro cuadrado para tenerlo a Anibal y al resto de los Kernandez de vecinos.
Se hacía necesario decir algo.
ResponderEliminarTe felicito por la manera. Muy bueno!
muy bueno sal!
ResponderEliminarhacía rato que no pasaba a leer –en realidad, tampoco pasaba a escribir por el mío!– y está bueno volver a leer estas pequeñas –pequeñas?– historias tan intensas.
Santi, me gusta muchisimo lo que escribis. También estuve yendo para atrás leyendo otras entradas, pero de verdad te felicito porque atrapan muchisimoo
ResponderEliminarun beso!
(despues tengo un par especificas para mostrarte de mi blog)
Santi, maravillosa tu pluma...
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