El frío filtraba por debajo de la frazada. Su cuerpo dormido rotó y su brazo derecho abrazó el colchón o, si se quiere, el vacío que había dejado Martita.
Cuando se fue, lo vivió con alivio, con esperanza -bajó unos kilos y todo-, pero hoy ese alivio se desdibujó y la soledad pesa demasiado.
En el sueño caminaba una ciudad sin gente, las calles eran suyas, y también las propiedades desiertas, pero eso no lo contentaba. Al contrario, su angustia crecía y se despertó transpirado pese al frío.
Faltaba bastante para ir a trabajar, pero igual abandonó la cama y empezó su día. Tomó un café solo, solo.
Ya en su trabajo está repitiendo la cómoda rutina, de Córdoba a Independencia, parando en Corrientes y Belgrano, y volver. Y así otra vez.
El tren tiene más denuncias que estaciones y corre sobre vías inconclusas, prometidas con descaro por sonrientes políticos de todos los colores. Alguna vez, cada tanto, sube algún turista, pero en general viaja solo. No conduce a nadie, es un tranvía sin pasajeros.
Hoy todavía no subió nadie, su cara muestra una mueca hija de la sensación de trabajar inútilmente y del nulo contacto con personas.
* Gracias Ale S., que al cruzar por Puerto Madero, me llamó para contarme sobre la cara del chofer de un tranvía sin pasajeros.
muy bueno SAL. gracias a tu reconocimiento, me siento como quien llevó un ladrillo para construir una Catedral. Ale S.
ResponderEliminarAl ver el tranvía de Puerto Madero, me da bronca -por el robo-, me da risa -porque siempre anda solo-. Lograste que sienta tristeza por el... motorman? (se llama así?)
ResponderEliminarBuenísima esta entrada!
Pobre, me dió pena el conductor; que "chatez" debe generar manejar un tranvía vacío día tras día...
ResponderEliminaralgunas veces, cuando trabajaba para los trenes, me tocó viajar en esas formaciones vacías que van moviendo de una terminal a otra y demás.
ResponderEliminary me hice la misma pregunta: cómo se sentiría uno manejando un tren de una punta a la otra sin llevar ni un sólo pasajero.
y si eso pasa todos los días, ida y vuelta, definitivamente no es una buena imagen.
el relato, obvio, la capta perfecto, sal.
pobre motorman,,, es un Sísifo ferroviario jajaja
ResponderEliminarCon lo lindo que son los tranvías... sería lindo que desvíen un par de miles de mangos de tantos -de los que van a subsidios, por ejemplo- y darle sentido a ese tren poniéndolo hasta Retiro y/o hasta La Boca... ahora se está desperdiciando y el motorman debe estar más que depresivo, como bien lo representás en tu escrito. Saludos y gracias!
Como siempre, muy buen texto, nunca subí al "tranvía VIP" (carísimo el boleto según dicen y qué lindo es caminar).
ResponderEliminarAunque sería lindo viajar algún día así en la línea A, hoy se rompió uno en el que iba y me tocó el padecimiento de cambio de formación en hora pico...
un abrazo
Bello relato, Sal, austero en la expresión, fluido, me gustó mucho lo del "café solo, solo"
ResponderEliminarSaludos
Muy bonito, muy bonito.
ResponderEliminarPrometo volver por estos pagos.
Alejandro, no exagere! gracias igual.
ResponderEliminarAgustín y Justblueyes, efectivamente, da tristeza.
Mato, que privilegio viajar en esos trenes vacíos debe estar muy bueno.
Trenazul, ojalá se concrete y que sea pronto!
Vir, en el A dificil que vaya sola alguan vez
PM, gracias
Mozo literario, bienvenido suba a todos los trenes que quiera, es un honor