La madre de Marion estaba algo aliviada. La internación había quedado atrás, y la clínica de día era más llevadera. Marion había vuelto a viajar sola, ayudada por el hecho de que, simplemente, debía cubrir un trayecto de tres estaciones.
Marion, de infancia difícil, no sobrellevó bien su adolescencia y al final de ella hizo un crack. Pensaba de manera asfixiante que su destino estaba escrito con letras cargadas de muerte y que no había nada por hacer, salvo acelerarlo. El destino volvía a su mente una y otra vez. Siempre el destino.
Esa mañana se consumaba un hito más en la recuperación. Su madre la vería salir del edificio y doblar la esquina rumbo a la estación, pero ya no iría caminando al lado de ella, ni aguardaría a que tome el tren (algo que avergüenza sobremanera a Marion).
Ese día, no se supo bien por qué, el servicio se había interrumpido. Marion decidió no achicarse e ir sola, pero en colectivo. ¿Desde cuando un loco no puede tomar un bondi?, dijo para sí y esbozó una sonrisa medicada.
El gentío dificultó el ascenso, pero igual lo logró. Hacía mucho que no tomaba un colectivo. Recién un par de paradas después de haber subido se enfrentó a la máquina expendedora de boletos que, con cinismo, desde un LED verde, le dijo “INDIQUE SU DESTINO”. Algo volvió a hacer crack en Marion.
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Esto es un crack, SAL. Excelente!
ResponderEliminarNadie es perfecto...
ResponderEliminarLe hizo crack, crack, crack, hasta astillar...
Sep, asociación libre jaja
Penso que se asfixio con crack!
ResponderEliminarDespués se quebró y crack de nuevo.
Gracias SAL por tu saludo en mi blog... ahi te respondí que espero que sí... despues llelo si querés.
ResponderEliminarun saludo... desde ahora en más : Lucía Larios
Muy bueno! me estás convirtiendo en habitué.
ResponderEliminarsaludos!
qué loco, jajaja. En el tren uno entretiene sus locuras escuchando tooodo lo que se vende adentro de los coches, y capaz que hasta agarrás una oferta de perfume, lamparita portátil, anotador, revista de crucigramas, y un larrrgo etcétera que de prestar mucha atención, también provoca trastornos psicológicos! ;)
ResponderEliminarsaludos SAL, siempre un gusto.
Gracias por pasarte por el blog. Te agradezco y te dejo saludos por segunda vez.
ResponderEliminarTodo un acierto usar "crack" y no "clic"-
ResponderEliminarDespués del clic casi siempre viene algo bueno.
El crack es otra cosa
Canela, gracias
ResponderEliminarJustblueyes, si "crack" es un término ricotero
Petardo, revelación explosiva la suya!
Mozo lit, pase siempre, muy bueno lo suyo también, me verá allí seguido
trenazul, larguísimo el etc... he llegado a comprar encendedores con luces que a la noche, en una fiesta, son sensación
PM, como ud. dice, el crack es otra cosa...
Me quedé colgadísimo con lo de indicar el destino.
ResponderEliminarY siempre me pregunté si hay destino, o lo que rige nuestras vidas es el azar.
Usted sabe... lo que rige mi vida es la timba.
Buen cuento el suyo! -como siempre, bah!-
Muy bueno SAL... todos estuvimos dentro de la cabeza de Marion...
ResponderEliminarCRACK--- así me estalló ultimamente la babeza..
muchas gracias por pasar
nanoNano
Agustín, que la timba dirija el destino del viejo Riverí, no la suya!
ResponderEliminarPistacho: no hay crack que por bien no venga!